27 de noviembre de 2012

¿Buhos o Alondras?


Cómo me gustan los avances de la ciencia, sobretodo si es para poder llevar la contraria con razón. En España, y no sé si en otras partes del mundo, se asocia la idea de madrugar a ser una persona trabajadora y de buena moral. En el otro extremo de la balanza tenemos al trasnochador… mmmm, mala gente. Ser madrugador también tiene aspectos negativos, como por ejemplo ser un aburrido en las fiestas, cosa que a mi me pasa bastante a menudo. Pues bien ¿y si ser más o menor madrugador/ trasnochador fuera biológico? Recientes investigaciones confirman esta teoría.

Suena la alarma, son las 6.00am, ¿buena o mala hora? Para algunos será la ideal, para otros demasiado pronto. ¡Pero si todavía no están puestas ni las calles! Exclamarán. ¿Qué os parecen las 7.00? ¿las 8.00? Hay personas que la hora ideal sería más bien rozando el mediodía. 

 
Los expertos opinan y son más amigos del “Si quieres tener buena fama, que no te halle el sol en la cama” que del “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Según los expertos, cuando amanece aumenta la presión arterial y cesa la secreción de melatonina. La temperatura corporal empieza a subir. El cortisol tiene su pico más alto y aumenta la glucosa. En los hombres también se produce un pico de testosterona. El organismo se prepara para un nuevo día. Teóricamente es el momento ideal para levantarse. Y una hora después aumentan los movimientos intestinales porque el cuerpo se prepara para tomar un buen desayuno. Por la noche, el ciclo es el inverso.

Cristina Escribano, cronopsicóloga, explica que la vida transcurre en un entorno cíclico de luz-oscuridad y así las principales funciones. Son los conocidos ritmos biológicos y los más estudiados los ritmos circadianos. Estos ritmos se encuentran en el núcleo supraquiasmatico del hipotálamo y se repiten cada 25 horas. Como los días tienen 24h, el reloj biológico tiene que ponerse en hora y lo hace con la luz.

 
Lynn Hasher y Renée Biss, investigadores de la American Psychological Association, en un estudio publicado en la revista Emotion, clasificaron cómo eran  los cronotipos de los sujetos atendiendo según si estos eran más o menos madrugadores. El estudio reveló que los individuos madrugadores, o "alondras", tienen altos niveles de emociones positivas y mejor salud en comparación con los individuos nocturnos, o "búhos". Ser madrugador es relativamente raro en los adultos jóvenes, pero frecuente entre los adultos mayores. ¿Puede tratarse de un mecanismo regulador inconsciente de nuestra salud?

 
Los investigadores también han buscado los rasgos de la personalidad según las tipologías circadianas (reloj biológico). Los estudios clásicos sobre las personalidad de matutinos y vespertinos indican que estos últimos tienden a ser más extrovertidos y menos estables emocionalmente. Los madrugadores son mas realistas, racionales, rígidos y conformistas. Por otra parte, los vespertinos son más imaginativos, emocionales, creativos y discrepantes. Este último rasgo lleva implícito una insatisfacción subyacente que choca contra los convencionalismos. Lo ideal sería que cada uno pudiera elegir, pero la sociedad ha elegido un horario de 9 a 21.

Lo que cuento son los extremos. La media es descansar 7 horas, pero también existe gente que necesita dormir 10h o los que solo con 4h les es suficiente. La clave es saber educar nuestros ritmos y así muchos lo hacemos, de lo contrario ¡no podríamos ni "cruzar el charco"!

4 comentarios:

  1. Habla el imsonne de turno y rara avis que no consigue aunque se esfuerze reciclarse hacia la luz.....me cuesta horrores levantarme pronto, he tenido horarios en los que me he levantado a las 6 de la mañana y voy a ralentí, si tengo alguna cosa que hacer tampoco es que se me caiga el mundo y me levanto, pero yo, soy nocturno total!.
    He intentado todo, irme a dormir a las 8-9-10-11 y en contadas ocasiones he conseguido meterme en la cama antes de las 12, ahora ya casí no lo intento...llegados a este punto, unido a mi imsonnio recurrente, decido aprovecharla, por la noche me activo, tengo energía, por la noche salgo, por la noche leo y veo cine, por la noche me sumerjo furtivo en relaciones, me encanta la noche y no es por salir de fiesta y desfasar, nada de eso, soy muy tranquilo, no tengo el concepto de nocturno vividor que se va a quemar....
    Espero poder un dia ser más diurno, tmb he de decir que a la larga se paga un poco, es decir: cuando era joven dormia poco y mi cuerpo aguantaba todo el dia, ahora me cuesta dormir, pero tambien me cuesta levantarme y necesito mis ocho horas de media, de momento lo llevo bien, pero......me encantaría llevar un bioritmo acorde al resto!
    En espera de conseguir conciliar o encontar un balance...until you sleep...I watch you!!!

    ResponderEliminar
  2. Primero ha hablado el amigo farmer que nos explica de su delirante insomnio, que en su caso y tal como lo expone se ha convirtido en algo positivo, porque aprovecha para hacer cosas... Y eso esta bien, aunque solo él sabrá, lo desquiciante que puede llegar a ser en un principio.

    Yo no tengo insomnio, por lo menos ahora... A mi lo ocurre otra cosa. Sea como sea me levanto cansado, agotado, de mal humor(que guardo y disimulo), sarcástico y con la ceja para arriba. Obviamente a nadie hago pagar con este estado de ánimo,claro, porque ni humor me queda para hacerlo y como al único que me topo por casa es a mi perro y cuando me mira con esos ojos negros, se me va pasando, porque me dura poco.
    Pero si que cuando me miro al espejo, me digo, joder colega, vaya noche toledana.

    Por lo que me dijeron una vez, tiene algo que ver con las fases del sueño, que si las hago al derecho que si las hago al revés, que si no se centran... No lo se.
    Mi caso es que haga como lo haga y me acueste a la hora que me acueste, se que por la mañana me voy a levantar fatal. El misterio, que para mí no es tal, es que o bien, me tiro toda la noche hablando, discutiendo, gritando, llorando, riendo, etc... y claro 7 horas a ese ritmo, no descanso yo, ni mi compañero en la vida, que santo varón ya tiene paciencia para soportarlo.
    Este sería un caso. El otro caso es que duermo, despierto, me quedo en blanco, duermo, despierto, me quedo en blanco, duermo, despierto, me quedo en blando...
    Por no contar, el horror que me supone quedarme dormido, aún teniendo sueño!!!

    No se si soy digno de estudio, pero que estoy de atar sí!!!

    ResponderEliminar
  3. Interesant post!!! He estado a punto de recuperar mis apuntes sobre el sueño pero finalmente prefiero explicar mi caso particular. La verdad es que tiene lógica todo lo que has comentado (a parte de base científica como bien ha dicho). Yo me considero de las diurnas! Bien, los que me conocéis, sabéis que a mi la noche me dura poco! jajaja... Sólo aguanto despierta cuando salgo de fiesta o cuando tengo algún otro plan! En los otros casos, me quedo KO. Y es que es cierto que para estudiar y para hacer tareas que requieran atención y concentración, me va mejor por las mañanas. Por la noche llevamos el cansancio de todo el día y, por tanto, es más fácil que nos durmamos o que nos cueste más dar nuestro 100% (sobretodo porque al final del día ya estamos al 15% o, como digo yo, "en batería baja").

    Y todo esto quiere decir que soy una "persona más realista, racional, rígida y conformista"??? Pues la verdad es que no creo que esta afirmación sea contundente, ya que creo que hay muchas variables externas que puedan afectar en estas conclusiones.

    Y yo me pregunto.... Y que pasa con la gente que en leugar de dormir por la noche, duermes por la tarde?? Los que son buhos y alondras al mismo tiempo....?????

    ResponderEliminar
  4. Hola a todos. Os voy a explicar cómo pasé de búho a alondra. Siempre me había jactado de ser insomne, aguantar despierta hasta las tantas, dormir unas pocas horas y, en un plis plas, recomponerme. Nunca le tuve aprecio al sueño, la verdad. Tampoco es que me acostara a las 3 y me levantara a las 12, ya digo que siempre había sido de dormir poco. Se podría decir que era un búho. Pues bien, eso se acabó. Y os preguntaréis, ¿¿¿cómo??? Pues nada, teniendo un hijo con los bioritmos cambiados y que duerme poquísimas horas (herencia, en parte, mía). Ahora sé lo que es tener aprecio al sueño. Ahora entiendo que no dejar dormir se utiliza(ba) como herramienta de tortura... pero no lo cambio por nada, es más, lo tengo asumidísimo y ya tengo los bioritmos tan entrenados que, aunque el niño esté de colonias, o durmiendo en casa de la yaya o, por un despieste casual, alarga más de la cuenta (en vez de despertarse a las 7, lo hace a las 7.30), mi reloj interno me tiene en pie a las 7 de cada día, haga frío o calor, en invierno o en verano... y, por mucho que intente quedarme en la cama y hacer ver que no me he despertado, cerrar los ojos e intentar redormirme, es imposible... Bendito niñoooo!!!!

    ResponderEliminar